breve postal desde Amsterdam

la gente de aquí en el fondo está triste. la mayoría organiza su agenda diaria con un mes de anticipación. nunca rompen reglas, nunca llegan tarde. siempre avisan que van a ir a algun lugar. no almuerzan para que el trabajo sea más efectivo. todo está programado y ordenado desde antes, no hay improvisación y, por lo tanto, la vida se resume a cumplir itinerarios programados. no hay aventura, no hay emoción. son muy serios y en la calle no se miran unos a otros, tratan de no tocarse, asi como en el metro de santiago, solo que en una escala mayor. qué te puedo decir. les falta sabor, les falta vida, pero si los entusiasmas un poco, son como todos. la gente es igual en todas partes, son las condiciones del medio las que las rigen y ordenan, pero son iguales, tambien hay artistoides consheptuales, aunque no haya televisión, la televisión tiene los mismos programas huevones, tambien hay intelectuales de peso, tambien hay dueñas de casa a las que les gusta ver teleseries, tambien hay estudiantes anarquistas y niñas con winnie the pooh en sus mochilas. es todo igual, sólo que hay más gente, mucha más gente.