martes, 12 de junio de 2012

viejos amigos

cuando teníamos 17, nuestras únicas preocupaciones eran decidir qué estudiar y tirar lo más posible. hoy, o ya le achuntamos a la carrera o nos baja la crisis cada tres meses. tampoco a los 23 tiramos tanto como esperábamos entonces. no hay tiempo pero hay más plata. también tesis, laburo y ropa formal. de vez en cuando una chela y una hora extra de sueño. si nada resulta, siempre nos quedan los rollos y la ponchera.

antes yo escribía decente. no bien, pero al menos quedaba conforme. por eso a mis 17 este texto tendría un cierre igual de potente que el inicio y no lo abortaría a los cinco minutos.

hace seis años tenía todo el tiempo para escribir bonito, ver a mis amigos, tomar, tirar y pensar en el futuro. hoy sólo queremos dormir antes de que suene el despertador y se acabe el tiempo.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Lo peor (¿o lo mejor?) es que no cumplir ninguno de mis sueños de los 17 resulta satisfactorio.

No tiro nada,
no tengo tiempo y no tengo plata,
me visto como cuarentón fome
una hora extra de sueño es un lujo
y siempre, siempre hay ponchera.

Hace tiempo que dejé de escribir decente. He partido tres novelas y ahí están, botadas. Y los conceptos son tan buenoooos...

Hace seis años yo era el weón más prometedor de la tierra.
Ahora soy John Doe.

Soy el tipo de Trainspotting.
I chose life.

Unknown dijo...

Lo peor (¿o lo mejor?) es que no cumplir ninguno de mis sueños de los 17 resulta satisfactorio.

No tiro nada,
no tengo tiempo y no tengo plata,
me visto como cuarentón fome
una hora extra de sueño es un lujo
y siempre, siempre hay ponchera.

Hace tiempo que dejé de escribir decente. He partido tres novelas y ahí están, botadas. Y los conceptos son tan buenoooos...

Hace seis años yo era el weón más prometedor de la tierra.
Ahora soy John Doe.

Soy el tipo de Trainspotting.
I chose life.